El programa de visitas ‘Viajero, yo te enseñaré Segovia’ culmina su andadura en Nieva y Santa María la Real de Nieva

El programa de visitas ‘Viajero, yo te enseñaré Segovia’ culmina su andadura en Nieva y Santa María la Real de Nieva

La cultura del vino, tan arraigada en la comarca de Nieva, fue el hilo conductor de la visita con la que culminó su periplo el ciclo ‘Viajero, yo te enseñaré Segovia’, el programa de visitas guiadas ideado por Prodestur con el fin de potenciar y poner en valor la labor de los guías turísticos oficiales y de mostrar los secretos mejor guardados del patrimonio de la provincia.

Nieva y Santa María La Real de Nieva fueron los destinos elegidos para concluir la actividad. En ambos, los participantes comprobaron de la mano de las guías Leticia Hernández Sánchez y Ana Gómez Martínez la interiorización que el mundo del arte ha realizado del recurso vitivinícola en la zona.

El claustro del monasterio de Santa María la Real de Nieva fue el punto de partida desde el que arrancó esta décimo cuarta y última visita del ciclo. El recinto dominico ofrece un amplio repertorio iconográfico que se mostró a los visitantes tanto en sus 85 capiteles como en los cimacios, arcos, impostas o en las enjutas de los arcos. Son motivos geométricos o vegetales y escenas de la sociedad bajo medieval, con atención especial al mundo rural y sobre todo el calendario agrícola, cuyas fases principales quedan plasmadas en la piedra.  Los visitantes pudieron encontrar escenas relacionadas con la producción del vino, como la poda de la vid y el trasiego del vino seña de identidad de la comarca desde tiempo inmemorial.

Después, la comitiva se trasladó a la vecina Nieva, realizando parada en primer lugar en la conocida iglesia mudéjar de San Esteban. Las guías detallaron los orígenes del templo levantado en el siglo XI al estilo románico de ladrillo entremezclado con piedras de pizarra. Los participantes pudieron descubrir que en el pórtico situado en el lado sur hay unos arcos de ladrillo con capiteles tallados en piedra caliza que representan animales fantásticos. También admiraron su ábside semicircular de arquerías ciegas dobladas rematadas por un bello alero de esquinillas.

Como la filosofía del programa, aparte de apreciar el patrimonio de cada localidad, es la conocer los comercios e industrias o artesanos más representativos de la zona, la jornada finalizó con parada en Herrero Bodega, de los hermanos Herrero, con denominación de origen Rueda, una de las más representativas de la zona, donde los integrantes de los grupos pudieron conocer de primera mano el proceso de tratamiento y elaboración del vino elaborado con uva verdejo.

13 semanas

El ciclo Viajero, yo te enseñaré Segovia’ inició su camino el pasado 12 de septiembre, cuando se visitó Duratón y Sepúlveda, cuna del románico segoviano. A partir de ahí y durante las trece semanas siguientes se visitaron las localidades de Requijada y Pedraza, exponentes de la arquitectura serrana y medieval; Fuentidueña y Sacramenia, tierras de románico y ovejas churras; el sábado 3 de octubre el programa recaló en Sotosalbos y Trescasas para comprobar el cambio en la forma de construcción arquitectónica y en el pensamiento entre el medievo y el neoclasicismo.

Una semana después Fuentepelayo y Carbonero el Mayor, en plena Tierra de Pinares fueron los destinos elegidos para la quinta visita. A continuación, Maderuelo y Languilla mostraron sus atractivos a los participantes en la sexta visita.

La siguiente se llevó a cabo el 24 de octubre y se adentró en la comarca cuellarana para admirar el Santuario del Henar y la villa de Cuéllar, epicentro mudéjar en la provincia. En El Espinar y Villacastín sus templos parroquiales acapararon la atención de la octava parada una semana después. El programa continuó el 7 noviembre, cuando los viajeros disfrutaron del arte y la arquitectura el Real Sitio de San Ildefonso, con sus núcleos principales de La Granja y Valsaín.

La visita del 14 de noviembre redescubrió el martinete de Navafría y el santuario cisterciense de Collado Hermoso. La arquitectura serrana y medieval de Riaza y Ayllón fueron los destinos elegidos una semana después.

La visita número doce llevó a los grupos a Turégano y Aguilafuente, las Villas de los Obispos, cuya monumentalidad saludó a los participantes de la actividad.  El 5 de diciembre se realizó la penúltima visita, cuando se contempló el mudéjar de Samboal, con la iglesia de San Baudilio y de Coca, con el castillo de los Fonseca.

La iniciativa ideada por Prodestur comenzó su andadura con dos grupos de 10 personas, el máximo permitido por las autoridades sanitarias. La cifra hubo de reducirse posteriormente a la mitad ante la entrada en vigor de las nuevas restricciones sanitarias.

Las excursiones han contado con el asesoramiento y participación de profesionales de la Asociación de Guías de Turismo de Segovia, que las amenizaron con leyendas y anécdotas y conocimientos, sin olvidar el rigor histórico.