Prádena

Prádena

Prádena, situado en las faldas de Somosierra, es el pueblo más meridional de la Comunidad de Villa y Tierra de Sepúlveda. Prádena, junto a la N-110, está equidistante (4,5 km) de Arcones, sentido Segovia y Casla, hacia el norte.

En un radio de unos 6 km al noroeste tiene a Huerta (pedanía de Arcones), Sanchopedro (pedanía de Orejana), Castro Serna de Arriba (su pedanía) y Ventosilla y Tejadilla. Al sureste y sur tiene el Sistema Central y el limíte con la Comunidad de Madrid. Por la N-110 Segovia capital está a 48,5 km


Mapa de localización


 

Presentación

Qué ver

Qué hacer

Fiestas, tradiciones y gastronomía.

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Presentación

Su término ha sido poblado desde miles de años atrás, como lo atestiguan los restos neolíticos encontrados en la conocida como cueva de los Enebralejos, una cavidad descubierta casualmente en 1932 y que fue utilizada como necrópolis hace unos cuatro mil años. Allí se han encontrado cerámicas de uso doméstico y ritual, objetos de sílex y de cobre y un interesante conjunto de arte rupestre. También son interesantes los restos hallados en la cueva de Las Grajas o en la de Carrascal. Pero en el municipio de Prádena también se han encontrado yacimientos de la época romana (en la que este pueblo era Pratum: restos de la vía empedrada de la calzadilla y algunas monedas y trozos de cerámica y de la época visigoda.

PG.3El nombre de la población es un derivado de la palabra latina prader (prado), y haría alusión a la abundancia de pastos en su entorno. Ya en el año 1247 era conocida con el nombre de “Pradana”, pero no fue hasta el s. XVI cuando recibió el nombre con el que ahora le conocemos. Después de su repoblación, en el s. XIV, Prádena aparece como cabeza de Ochavo.

Contaba con los barrios -hoy despoblados- de Matandrino, Peña Corva, Pradenilla y El Villar. También en el s. XIV (concretamente en el año 1338) el rey de Castilla Fernando IV concede a Prádena la propiedad de unos terrenos en la sierra y un real privilegio que prohibía pastar en ellos a cualquier ganado foráneo.

Durante el s. XV, Prádena fue famosa en toda España por la producción de lana de sus ovejas y por sus telares y batanes. Como pueblo ganadero que ha sido, sus habitantes, muchos de ellos pastores dedicados a la trashumancia, usaron la Cañada Real Segovia-Soria, que pasa por su término municipal, además de otros caminos que conducen a las tierras de Extremadura y lo que hoy es la provincia de Córdoba.

De hecho, la tradición ganadera se ha conservado en las fiestas patronales de Prádena (Ntra. Sra. del Rosario y la Feria), que coincidían con la marcha y el regreso de los mozos que marchaban a la trashumancia.

Por su privilegiada situación y la belleza de su entorno, Prádena fue el primer lugar escogido por el rey Felipe V para levantar lo que luego serían el Palacio y los Jardines de La Granja. También se sabe que con la madera de la acebeda de Prádena se hicieron las primeras ventanas del Palacio Real de Madrid. Su época de mayor esplendor la vivió Prádena en el s. XVIII, gracias en buena parte a la actividad ganadera.

Acebal de Prádena 2Justo en esa época es cuando se levantó la iglesia parroquial de San Martín, un monumental edificio neoclásico que se construyó gracias a las donaciones de los ricos ganaderos del pueblo. A mediados del s. XIX Prádena contaba con 906 habitantes, que se repartían en 224 casas, “algunas con piso alto y de buena construcción”.

Así lo constata Pascual Madoz en su Diccionario Geográfico de España (1850), donde cuenta además que en este pueblo había una casa de ayuntamiento que hacía las funciones de cárcel, una escuela de instrucción primaria “común a ambos sexos” en la que estudiaban 80 alumnos, y “tres fuentes de buenas aguas”. El autor alude también a la existencia de “un batán de sayales, algún telar de lienzos y cuatro molinos harineros”, y a la cría de “ganado lanar fino, cabrío, vacuno y yeguar”. Y por último se menciona la abundancia de caza de liebres, conejos, perdices y otras aves, “y pesca de buenas truchas”.

En el año 1952, Prádena contaba con 1.042 habitantes dedicados a la agricultura y a la ganadería lanar. Tenía seis molinos harineros, una fábrica de jabón, un matadero, un aserrío de madera, cuatro carpinterías, dos herrerías y forjas, una carretería y una fábrica de gaseosas. Celebraba dos ferias comarcales, una del 9 al 12 de junio y otra en octubre, aparte de un mercado semanal todos los lunes.

Si en los siglos pasados Prádena ha vivido del campo y, sobre todo del ganado, en la actualidad el pueblo ha sabido reconvertir su economía y dirigirla también hacia el turismo y el sector servicios, especialmente la hostelería. Con cerca de 600 habitantes, este pueblo recibe cada fin de semana numerosos visitantes, y en él abundan las segundas residencias. Además, la llegada de inmigrantes ha favorecido el repunte de la natalidad, algo por lo que Prádena puede mirar con optimismo al futuro.


Qué ver


iglesia san martin de tours retocadaIglesia de San Martín de Tours
El edificio más importante de Prádena es la iglesia parroquial de San Martín de Tours, un edificio monumental levantado en el s. XVIII gracias a las donaciones de los prósperos empresarios ganaderos de la localidad. La primera piedra se colocó en el año 1793 y se terminó en 1797. Está construida en estilo neoclásico y su planta es de cruz latina.

Dentro del templo sobresale la imagen gótica-tardía de una Piedad, fechada a finales del s. XV, y la talla de la Virgen del Rosario, patrona de Prádena. También hay que destacar su retablo mayor, los objetos litúrgicos y de orfebrería y la colección de lienzos, donados por un clérigo natural de Prádena y que representan a los 12 apóstoles.

Ermita de San Roque
La ermita de San Roque es un templo sencillo, seguramente edificado a caballo entre los s. XVI y XVII, cuando una epidemia de peste asoló estas tierras. A finales del s. XVII fue sede provisional de la parroquia, mientras se construía la nueva iglesia de San Martín.

El templo consta de una nave única con una cabecera rectangular que es más alta y se cubre con bóveda de arista. Ambas se comunican a través de un gran arco triunfal de sillería carente de toda decoración. En el frente del presbiterio se sitúa el retablo mayor. Es de estilo barroco y organizado en tres calles, con una hornacina en cada una de las laterales y dos en la central.


Qué hacer

 Cueva de los Enebralejos
La cueva de los Enebralejos está situada en las proximidades de Prádena, a 110 km de Madrid. Con sus casi cuatro kilómetros de longitud es la cavidad de mayor desarrollo conocido en el borde norte del Sistema Central.

A principios de los años 30, durante unos trabajos de excavación de un pozo para las instalaciones de un cebadero, se descubrió una gran cueva que pronto adoptó el nombre del paraje en el que se encontró: JSM5844bajaLos Enebralejos.
La cueva está estructurada en tres pisos: galerías altas, medias y bajas o del río, presentando un desnivel de sólo 13 m. La galería central, perfectamente acondicionada para las visitas guiadas, atesora una magnífica colección de grabados y pinturas rupestres del Calcolítico (edad del cobre), 2200 años a.C. También podemos ver una espectacular variedad de colores minerales en sus espeleotemas (lo que comúnmente se conoce como «formaciones de las cavidades»)

Cabe destacar su gran valor desde el punto de vista arqueológico, espeleológico y turístico, además de su importante valor estético. La cueva presenta un buen estado de conservación, ya que durante años permaneció cerrado su acceso.

Desde 1995 existe un sector de la cueva habilitado para las visitas turísticas. Pertenece al Ayuntamiento de Prádena.

Poblado prehistórico
Se reproduce el ambiente de un poblado prehistórico del inicio de la metalurgia del cobre. Recorriendo las diferentes cabañas en las que se muestran variados utensilios domésticos, es posible conocer las formas de vida de los habitantes de los enebralejos, personas que hace más de 4.000 años utilizaron la cueva como lugar sagrado, para rituales funerarios.

Cañada Real
Al aproximarse el invierno, los rebaños segovianos se dirigían a los pastos del sur de la península a través de la Cañada Real Segoviana, recorriendo el término municipal de este a oeste.

Especies arbóreas
En una altura superior a 1.650 m predominan piornos serranos y enebros rastreros (juniperus nana), comúnmente conocidos con el nombre de jabinos. En una altura aproximada de 1.200 m aparecen los robles melojos (quercus pyrenaica). Existe una gran extensión de robles de especial mención ya que existen muchos robles centenarios que con las podas que realizan los vecinos de Prádena para obtener leña para calentanse en el invierno, han alcanzado un grosor en su tronco considerable. También hay sabina albar (juniperus thurifera), junto a estepas y retamas. En las riberas de los arroyos abundan fresnos y alamedas de distintas especies.

Acebal de Prádena 3 retocada Acebal
El acebo (ilex aquifolium) arbusto o arbolillo de la familia de las aquifoliáceas, siempre verdes, con hojas coriáceas, brillantes de color verde oscuro, onduladas, dentado espinosas en los ejemplares silvestres, flores blancas y fruto drupáceo, abayado, de color rojo, del tamaño de un guisante.

Cuando se acerca el invierno se produce una gran transformación en el paisaje de Prádena. Todo se queda triste, nublado y gris, las hojas se desprenden de los árboles, pero no de todos, el acebo, de brillantes bayas rojas, desafía al resto de especies. Sus hojas son perennes, de lustroso color verde, y las bayas rojas en sus ramas adornan los hogares navideños segovianos desde hace mucho tiempo. Existen varias especies de acebo, el más común tiene hojas de color verde oscuro, espinosas y de bordes rizados con las bayas en racimos. No son verdaderas bayas, sino drupas (frutas con hueso). Sus florecitas blancas, agrupadas en ramos, aparecen en mayo.

Los acebos se encuentran en los bosques y espesuras, en estado natural, y cuando no se podan llegan a medir 15 m de altura. Su madera, dura de grano fino, es muy apreciada por ebanistas y fabricantes de instrumentos musicales. Sus flores atraen a las abejas. Se dice que con la madera del acebal de Prádena se construyeron las ventanas del Palacio Real de Madrid.

Área recreativa El Bardal 4 retocada

Parque recreativo 'El Bardal'
El área recreativa de El Bardal es una vasta extensión de praderas sombreadas por sabinas, la inmensa mayoría centenarias y de especial belleza, en donde no faltan piscinas, pistas deportivas, campo de fútbol, campo de frontenis, barbacoas e incluso un chiringuito.


Fiestas y Tradiciones

Día de las Candelas
2 de Febrero, en cada barrio los vecinos hacen una hoguera con la leña que se ha recogido semanas antes, meriendan y cenan alrededor de la hoguera hasta altas horas de la madrugada.

Carnavales
Durante los días de carnaval, los mozos del pueblo sacan “la tora”. Se colocan cuatro maderas, unidas entre sí haciendo un rectángulo y con unos cuernos de vaca en la parte posterior, los mozos intentan “pillar” a las mozas. El martes de carnaval, “el día de los gallos”, "matan" a la tora. Este día se colocan en la plaza de balcón a balcón una soga con cántaros llenos de harina y pimienta y unas arandelas con lazos de colores, mientras que los mozos montados en burros y caballos, disfrazados, tienen que romper los cántaros con una vara. Antiguamente, en lugar de cántaros se colgaban gallos, de ahí su nombre. Posteriormente ésto fue prohibido.

Semana Santa
El Jueves, Viernes Santo y Domingo de Resurrección se realizan procesiones por todo el pueblo. El Jueves y el Viernes Santo los mozos de Prádena cantan en las procesiones, siendo estas, referente en la comarca por su silencio y respeto que caracteriza las procesiones de Castilla.

El Domingo de Resurrección, al amanecer, los mozos del pueblo realizan una procesión por las cruces del pueblo, tocan las campanas al alba y al mediodía se realiza la Procesión del Encuentro en la que en este día cantan las mujeres.

“El día del prado”, el Domingo y el Lunes de Pascua, todos los vecinos de Prádena, se juntan en dos prados para merendar, comer y cenar. Se hacen mesas de piedras. Los niños juegan al “inque”, palo de madera al que sacan punta y clavan en la hierba. 15 de mayo “día de San Isidro”, ese día se hace una misa con procesión al patrón, y en la plaza del pueblo se hace una caldereta popular.

Fiestas en honor al Sagrado Corazón de Jesús.
Primer fin de semana de julio

Día de San Juan
El 24 de junio, los mozos y mozas de Prádena suben al río San Juan a lavarse la cara y comer chocolate. Los mozos cogen ramos de flores, ramos de sabuco para poner a sus amadas enramadas en las puertas.

Primer domingo de octubre
Fiestas en honor a Ntra. Sra. la Virgen del Rosario, patrona de esta localidad. Durante 5 días se celebran las fiestas con la realización de diferentes actividades y el domingo por la tarde se celebra la procesión multitudinaria con la imagen de Ntra. Sra. la Virgen del Rosario.

Día de San Martín
El 11 de noviembre se celebra en Prádena el día de su patrón San Martín.

Día de San Andrés
El 30 de noviembre se celebra este día, popularmente llamado “Día de los Cencerros”. Los mozos se colocan varios cencerros en la espalda y recorren las calles del pueblo realizando bailes al son de los cencerros.


Gastronomía

Caldereta típica 3 retocada Caldereta
En la trashumancia los pastores iban por las cañadas con los rebaños de ovejas. Si veían que alguna de ellas estaba patiquebrada (con la pata rota), el pastor la sacrificaba y con ella se hacía la caldereta. Antiguamente en Prádena, no se hacía la caldereta sino el frite: se cocía mucho la carne (por ser muy dura), se machacaba un ajo y se añadía pimentón con un poco de aceite.

Al coincidir pastores castellanos con extremeños en la trashumancia, el frite fue evolucionando hasta lo que hoy conocemos como caldereta, que hoy en día, ya no es de oveja, sino de cordero, por ser su carne más tierna y más rápida de cocinar. Cuando los esquiladores, esquilaban las ovejas, el “amo” les daba una por cada 100 esquiladas, a la cual mataban y cocinaban sirviendo de sustento para todo el día. Para la caldereta, el mejor cordero que existe es el de Prádena, Casla, Arcones y Matabuena.

Sopas de ajo
Las sopas de ajo son tradicionales de esta zona por sus bajas temperaturas. Se cocían en un puchero a fuego lento, añadiéndose cominos, un poco de grasa, pimentón y ajo machacado.

Cordero asado
El cordero es la base de la cocina tradicional de Prádena. El cordero asado, plato exquisito por la calidad de la carne del ganado de la comarca. El mejor cordero para asarlo era el de Sepúlveda, ya que se criaba en las lastras y se alimentaba de las mejores hierbas.

Migas
Aunque las migas no son típicas de esta comarca, las trajeron a estas tierras los pastores del pueblo que viajaban con sus rebaños a Extremadura.


Vídeo

La 8 Segovia. Segovia de pueblo en pueblo


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