El Museo de Segovia y Palacio Quintanar reabren con estrictas medidas sanitarias

El Museo de Segovia y Palacio Quintanar reabren con estrictas medidas sanitarias

Los museos que gestiona la Junta de Castilla y León, el provincial y el Zuloaga, serán gratuitos hasta el 31 de julio.

El mundo de la cultura, con tanto peso en Segovia, va completando poco a poco su propio plan de desescalada. Ayer, 29 de mayo, abrieron el Museo de Segovia y el centro de diseño Palacio Quintanar. Lo hicieron con estrictas medidas higiénico-sanitarias, de acuerdo con los protocolos que el Ministerio de Sanidad ha establecido para este tipo de instalaciones. La Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León ha decidido, además, que los museos que gestiona sean gratuitos hasta el 31 de julio. Esta medida de gracia afecta al Museo de Segovia (abierto desde ayer, de martes a domingo, solo en horario de mañana, de 10:00 a 14:00 horas) y al Museo Zuloaga, situado en la antigua iglesia de San Juan de los Caballeros, que reabrirá el próximo miércoles, 3 de junio (este museo solo abre los miércoles), también de diez de la mañana a dos de la tarde.

No han sido semanas fáciles para los gestores del Museo de Segovia, que han tenido que trabajar en la elaboración de un estricto plan de reapertura para adoptar los requisitos de seguridad más exigentes. «El objetivo era garantizar la seguridad de los visitantes y de los propios empleados del museo», apunta su director, Santiago Martínez Caballero. De momento, el museo, instalado en la Casa del Sol, el antiguo matadero, solo podrá albergar un tercio de su capacidad, lo que equivale a unas cuarenta y cinco personas repartidas a lo largo y ancho de las ocho salas que posee la instalación. «Hemos dispuesto una señalización en suelos y paredes indicadora de los itinerarios que los visitantes deben seguir para evitar la acumulación de gente en un determinado lugar. Esos indicadores garantizan, además, la distancia de seguridad entre las personas», explica Martínez Caballero. También se han inhabilitado taquillas, consignas, botones o pulsadores de vídeos o maquetas, y en el ascensor solo puede subir o bajar una persona. «Se trata de minimizar riesgos».

Por supuesto, visitantes y trabajadores están obligados a llevar mascarilla en todo momento y en el mostrador de recepción hay gel hidroalcohólico para desinfectarse las manos antes de acceder a las salas. El personal del museo también vigilará el cumplimiento de las normas y aclarará cualquier tipo de duda que pueda haber. Idénticas medidas regirán para las visitas al Museo Zuloaga.

La de ayer fue la primera mañana, y se hizo rara la adaptación a la 'nueva' normalidad. La actividad regresará poco a poco, aunque, en realidad, Segovia ha permanecido activo desde el comienzo de la pandemia a través de las redes sociales e Internet, con un espacio virtual que ha permitido a los visitantes acceder a numerosos recursos, desde las visitas virtuales y la contemplación de las piezas más significativas, hasta la participación en iniciativas de carácter comunitario, o la posibilidad de consultar textos y audiovisuales divulgativos que exponen de manera didáctica la labor de investigación y estudio que el museo realiza. La gratuidad de la entrada durante los próximos dos meses también busca «reenganchar» al público e incentivar las visitas.

Diseño
El centro Palacio Quintanar también volvió ayer a la actividad tras dos meses y medio cerrado al público. De momento, solo podrán visitarse las salas de la planta baja, donde se exhibe la exposición 'Esto no es un cartel', del diseñador Isidro Ferrer. «La inauguramos el 31 de enero. Como solo estuvo abierta mes y medio, hasta el 13 de marzo, último día antes del cierre, el artista ha accedido a ampliar el periodo expositivo, por lo que permanecerá en el centro hasta el último día de septiembre», explica Gianni Ferraro, director de Palacio Quintanar, centro que gestiona la Fundación Siglo de la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León.

También esta instalación ha adoptado las medidas que exige la realidad postcovid. El visitante tiene en el mostrador de recepción mascarillas, guantes e hidrogel. Vinilos impresos en suelo y paredes indican la ruta a seguir, a fin de evitar que cada sala albergue más personas de las permitidas. «Esta planta baja solo tiene capacidad para acoger a veinte o veintidós personas, como máximo. En alguna sala hay posibilidad de que accedan hasta cinco a la vez, pero no más. Es muy importante que garanticemos la distancia de seguridad. Palacio Quintanar puede visitarse tranquilamente siempre que se respeten las normas que las autoridades sanitarias han dispuesto», recuerda Ferraro.

Todavía queda tiempo para que el centro retome su programa de actividades culturales y didácticas. «No hay previsto ningún tipo de actividad en todo el verano, ni visitas guiadas. Para el futuro más inmediato barajamos distintos escenarios, pero es pronto entrar en ellos. No sabemos qué pasará después del verano. Dependiendo de la situación, de la evolución de los acontecimientos, actuaremos de una manera o de otra», desvela el director del centro. Probablemente, Palacio Quintanar acogerá en septiembre una actividad «reducida» correspondiente al Hay Festival o alguna función de títeres de Titirimundi, pero aún no se sabe a ciencia cierta. «En cualquier caso, no me toca a mí decirlo. Espero que se pueda hacer, porque será buena señal», añade Ferraro, contento con el regreso: «Teníamos muchas ganas de volver».

Fuente: Norte Castilla Segovia

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