Caminos del Mudéjar

Caminos del Mudéjar

La riqueza artística y cultural en España es muy grande gracias al paso de diferentes culturas, como la árabe y la cristiana. Descubre algunos de los restos mudéjares más impresionantes a lo largo de nuestro territorio y no dudes en sentir la historia entre esos muros e imágenes, no te decepcionará.

Piérdete por Santa María la Real de Nieva o Martín Muñoz de las Posadas, y no olvides disfrutar de los máximos exponentes de este estilo en nuestra provincia que son los castillos de Coca y Cuéllar.

Algunos lugares destacables son rutas que van hacia Santa María la Real de Nieva o hacia Martín Muñoz de las Posadas, pasando por Coca y yendo hacia Cuellar y otros muchos lugares que poseen esta excepcional cultura.

El diccionario de la Real Academia Española define el mudéjar como "estilo arquitectónico que floreció en España desde el siglo XIII hasta el XVI, caracterizado por la conservación de elementos del arte cristiano y el empleo de la ornamentación árabe". Se define también al mudéjar como una arquitectura rápida en la que se emplean materiales a mano, el barro cocido y el enfoscado. Características peculiares de este estilo son los arcos de medio punto y los frisos de esquinilla; las portadas y los ábsides son los que de forma más sobresaliente representan el estilo.

El Mudéjar en Segovia

Esta ruta recorre los templos más famosos de la ciudad de Segovia y del Oeste de la provincia, zona en la que la arquitectura mudéjar tuvo más influencia. Nuestro punto de partida es el monumental Acueducto, desde donde emprendemos subida por la Calle Real para encontrarnos, con la iglesia de San Martín situada en la plaza de Medina del Campo, una impresionante iglesia románica en la que se aprecian muestras inequívocas del mudéjar.

Callejeando por el casco antiguo de Segovia nos encontraremos impresionantes muestras de arte mudéjar como el Jardín de la Merced, donde se ubica la iglesia de San Andrés, con una torre de ladrillo que sobre un alto cuerpo ciego presenta tres pisos, la Iglesia Parroquial de San Lorenzo que presenta una espléndida torre de ladrillo. Otro ejemplo es la Iglesia de los Santos Justo y Pastor, que en su interior tiene unas bellísimas pinturas románicas. O la Iglesia de San Sebastián, con una torre que sobre su base ofrece dos cuerpos con arcos de ladrillo, la ex iglesia de San Pedro de los Picos.

En las afueras de Segovia te podrás encontrar una venta muy popular llamada de San Pedro Abanto, que fue ermita con el nombre de San Juan de Requijada, en la que se contemplan claras muestras mudéjares en buena parte de sus fachadas.

Santa María la Real de Nieva

A unos 30 kilómetros de Segovia aparece la villa de Santa María la Real de Nieva destaca su colegiata con bellas portadas y un claustro de capiteles románicos de excepcional valor; allí pueden descubrirse algunas decoraciones de ladrillo en esquina, típicamente mudéjares.

Hacia Martín Muñoz de las Posadas

Recorremos otros pocos kilómetros y entramos en la localidad de Nieva, donde contemplaremos la iglesia de San Esteban donde podrás encontrar restos mudéjares en su ábside, el atrio y en la torre aparecen claras muestras de esta arquitectura.

A continuación nos dirigimos a la pequeña población de Melque de Cercos que destaca la Iglesia de Nuestra Señora de la Antigua, cuyo origen se localiza en la misma época de fundación del lugar. El templo presenta bien conservadas unas valiosas muestras mudéjares en la puerta de una de sus fachadas, la que mira al sur.

Desde Melque seguimos hasta Martín Muñoz de las Posadas, un lugar de indudable importancia histórica donde su templo parroquial, dedicado a la Asunción de la Virgen, posee restos de arquitectura gótico-mudéjar. La iglesia conserva numerosas obras de arte, entre las que hay que destacar un cuadro de El Greco, "El Calvario", pintura realizada a últimos del siglo XVI. También posee la localidad un bello y bien conservado palacio del cardenal Diego de Espinosa, personaje histórico de notable influencia en la corte de Felipe II.

Continuamos hacia Coca

Ponemos rumbo hacia Coca pasando por la localidad de Montuenga, en cuya parroquia de San Miguel hay un ábside, bajo la torre, que tiene varias arcadas de ladrillo, además de algunos otros detalles por varios puntos del templo.

Unos kilómetros más tarde aparece Tolocirio, otro pequeño pueblo pero en el que podemos contemplar la iglesia de San Pedro Apóstol, con una cabecera que tiene más parecido a castillo o fortaleza que a templo, de fábrica de mampostería con bandas de ladrillo. Se cree que esta construcción, junto a una torre también existente, responden a la idea de servir de vigías y de fortaleza al carecerse de este tipo de defensas en muchos kilómetros a la redonda.

Dos kilómetros después, Montejo de Arévalo, en el que su iglesia parroquial de San Andrés posee una representativa y valiosa estructura mudéjar, y en su exterior, a pesar de las sucesivas restauraciones, pueden verse más elementos mudéjares, sin que falten las esquinillas y cornisas de ladrillos. También la ermita de Nuestra Señora de los Huertos posee un artesonado mudéjar.

Regresamos hasta San Cristóbal de la Vega, donde podemos apreciar elementos mudéjares en el ábside de su iglesia de San Cristóbal.

Coca

La ruta nos lleva a Coca, villa en la que contemplaremos su principal gran atractivo mudéjar, el castillo de los Fonseca, cuya construcción se inició en 1453. Declarado monumento histórico artístico en 1931, hay que admirar todo el exterior, y asimismo numerosas zonas del interior, donde también está presente el mudéjar en diversas manifestaciones artísticas. La fortaleza, con un foso de considerables dimensiones, es centro de estudios forestales desde hace seis décadas.

Atravesando una amplia zona ajardinada, llegamos a la puerta de la Villa, abierta en la muralla, de época medieval pero incorporando elementos mudéjares, que tienen mayor importancia en la iglesia parroquial de Santa María la Mayor. De estilo neo-mudéjar es la Casa Consistorial de la Villa, y fuera del recinto de la misma hay que destacar la torre de San Nicolás, único vestigio de la desaparecida iglesia del mismo nombre, un monumento auténticamente mudéjar.

Hacia Cuéllar

Tras contepmlar la monumental villa de Coca ponemos rumbo al rincón mudéjar por excelencia en la provincia de Segovia: Cuéllar. Poco después de Coca llegamos a Villaverde de Íscar. Localidad en la que hay que visitar la iglesia parroquial de San Sebastián, que tiene un ábside semicircular con el estilo mudéjar, decorado por dos filas de arcos ciegos sobre una franja de recuadros. 

Vamos ahora hacia Samboal, donde nos sorprenderá la belleza de su iglesia de San Baudilio, considerada como uno de los máximos exponentes de la arquitectura mudéjar en la provincia; es precioso el ábside y asimismo muy notable la torre; también hay que contemplar otra importante presencia del mudéjar en el interior del templo.

Camino ya de nuestro siguiente alto en el camino, apenas rebasada la población de Narros de Cuéllar podemos hacer un ligero desvío a la derecha para encontrar a la entrada de Campo de Cuéllar, lo que subsiste de la que fue primero iglesia y luego quedó convertida en ermita dedicada a San Mamés. Y este resto es un estupendo ejemplo del románico de ladrillo, de cierta altura y con arco de medio punto cegado.

El Mudéjar en Cuéllar

Cuéllar es el núcleo más destacado de la comarca en el estilo mudéjar, tanto que en la bien restaurada Iglesia de San Martín ha quedado establecido un Centro de Interpretación del Arte Mudéjar. En la Villa fueron construidas en solo un siglo más de una decena de iglesias mudéjares, siendo el ladrillo el principal protagonista en portadas, ábsides y torres, como asimismo en los techos artesonados. Además de la mencionada iglesia de San Martín, hay que mencionar las de El Salvador, San Andrés, San Esteban (uno de los más singulares edificios mudéjares de la provincia, con un ábside considerado como el más bello en su estilo), San Miguel, Santa María de la Cuesta, Santa Marina, Santiago, la Santísima Trinidad, Santo Tomé... Pero es que el mudéjar también está presente en la villa en construcciones civiles, destacando las puertas de San Basilio y San Andrés en la muralla, en el palacio neo-mudéjar de Santa Cruz e incluso en el palacio de Pedro I el Cruel que conserva un artístico artesonado del mismo estilo. Impresionante, pues, el panorama mudéjar que ofrece Cuéllar, población famosa también por sus encierros, documentados como los más antiguos de España.

Estando en la histórica Villa es imposible ignorar su famoso y gran castillo de los Alburquerque (en cuyo torreón sureste también se observan restos mudéjares). Una singular fortaleza que en su larga historia ha pasado por diversas vicisitudes, hasta que hace unos años se llevó a efecto una notable recuperación y restauración de sus distintas dependencias y murallas, y en donde se aloja un centro de Educación Secundaria. En el interior de la fortaleza destacan el amplio patio de armas y la galería en la fachada sur, ambos de estilo renacentista. Pero hay otras numerosas dependencias, varias de las cuales se vienen utilizando como escenario para las representaciones históricas que de distintos episodios vinculados a la Villa y a la fortaleza se vienen realizando desde hace años, en base a unos amenos e informativos guiones literarios que son presentados por un gran personaje de la literatura española, José de Espronceda, vinculado a Cuéllar por su estancia ocasional en el lugar, permanencia que le inspiró el argumento de su libro "Sancho Saldaña ó el castellano de Cuéllar" (1834). La introducción del personaje literario abre las puertas al desarrollo de una serie de escenas en las que la acción se traslada a varias dependencias del castillo -el Torreón de la Memoria, las bodegas, las cocinas... - en las que la voz y la acción convierten al lugar en "un castillo habitado".

En el primer espacio de acceso al castillo-palacio, a la izquierda, en la Torre del Homenaje, se encuentran instalados los archivos de la Casa de Alburquerque, el Histórico Municipal y el de la Comunidad de Villa y Tierra.

Finalizamos en Aguilafuente

Nos encaminamos al final de nuestra ruta en Agilafuente, deteniéndonos unos minutos en Pinarejos, para contemplar su templo parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, en el que descubriremos numerosos elementos románico-mudéjares, con una achatada torre que luce cubierta de ladrillo. No hay que olvidar la contemplación de muy interesantes pinturas murales tanto en el atrio como en el interior del templo.

Continuamos hacia Fuentepelayo, donde es obligado admirar el maravilloso artesonado mudéjar de lacería que abarca toda la nave central del templo de El Salvador. También la iglesia de Santa María la Mayor tiene en su exterior algunas muestras mudéjares, parece que procedentes de un antiguo atrio del mismo estilo.

Por último, ya en la villa de Aguilafuente, final de nuestro caminar por el mudéjar. La visita a la iglesia de Santa María nos permitirá contemplar sus ábsides de ladrillo. En este templo se celebró un Sínodo Diocesano, en 1472, convocado por el obispo Juan Arias Dávila, acontecimiento que sirvió para que las actas del mismo constituyeran un libro que fue el primero impreso en España, a cargo del alemán Juan Parix. (El único ejemplar conocido se encuentra en el archivo de la catedral de Segovia). El templo de San Juan Bautista, salvado de la ruina hace pocos años, también tiene a la vista manifestaciones mudéjares. Desde hace años está cerrado al culto y ahora sirve como alojamiento del Aula Arqueológica de la villa romana de Santa Lucía.

Existen muchos más tesoros escondidos, pero lo mejor es que los descubras por tí mismo recorriendo nuestra región.

 

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