Es sin duda uno de los mejores paisajes del Sistema Central, la vista desde la ermita de Nuestra Señora de Hontanares en Riaza, y que desde hace unos días cuenta con un polémico complemento.
Y es que Fundación Patrimonio, dependiente de la consejería de Fomento de la Junta, ha terminado el mirador de aluminio concebido como un balcón a este escogido pedazo de la sierra. Una drástica intervención de varios centenares de metros con pasamonos de protección entre el robledal y que desemboca en una enorme atalaya suspendida parcialmente en el vacío. No constan datos presupuestarios concretos, pero el mirador forma parte de una propuesta de 8 miradores (el de Riaza es el único en Segovia peor hay más para León, Burgos, Soria y Zamora) proyecto conjunto y dotado con 2.9M€.
Un proyecto polémico desde su nacimiento, con recogida de firmas incluida contra el mismo y que, cuando menos, logró parar uno parecido para el Duratón. Y el resultado está a la altura de lo esperado. “Aberración”, “horroroso”, “¿quién ha trincao”, son algunos de los comentarios que pueden leerse en las redes sociales desde que paseantes se lo encontraran de bruces y dieran a conocer el trabajo cuasifinalizado. De los centenares de comentarios cuesta encontrar alguno positivo. A favor de la intervención, el hecho de que la promesa de vértigo y emociones fuertes pueda atraer más visitantes o renovar el interés por el espacio. Para los más, un atentado paisajístico y ambiental de primer orden, innecesario y caro.
Fuente: Acueducto2